sábado, 19 de febrero de 2011

Inspira...Expira...

Y si digo que te quiero, es lo de menos...
Esa me la enseñaste tú, ¿te acuerdas?
Acabo de oir en una película: "No creéis en el amor a primera vista? Que puedas conocer a alguien, o cruzar una sala y con solo mirarle a los ojos sientas su alma, ¿creéis que pueda pasar?"
Tres segundos. Sólo tres segundos hacen falta para mirar en los ojos de una persona y saber que algo la une a ti. Que ese algo la unirá a ti para siempre. Recuerdo que por estas fechas, algo en mí empezaba a dar vueltas cada vez que te veía, cada vez que hablaba contigo. Recuerdo cuando me contaste tu gran secreto, recuerdo lo que sentí. Puede que nunca llegue a olvidarlo. Yo tenía curiosidad y no sé si fue el destino, pero algo hizo que llegaras a mi, que me ayudaras a deshacerme de ella. Cosas extrañas, ¿eh?
Estabamos tú y yo, intentando adivinar quien era Mario, y cuando lo descubrí algo me dio una vuelta. Un día como hoy empecé a hablar con "Mario" para que acercarle un poco más a ti. Y mientras, yo seguía con una sonrisa cada vez que hablaba contigo.
Sé que fallé, sé que cometí errores imperdonables, pero los errores son lo que somos, y ellos me fueron creando, ellos nos fueron demostrando a ti y a mi que había más de lo que parecía. Esos errores me llevaron a verte hoy, aquí a mi lado, a notar tu abrazo a quilómetros de distancia, a cerrar los ojos y volverme a sentir tan pequeña pero tan importante, como aquel día en tu casa.
La primera vez, me hizo falta un atlas entero para viajar, para descubrirme, pero hoy solo me hace falta cerrar los ojos y notar tus brazos, tu olor, tu voz para volar lejos de aquí...Para abandonar toda esta soledad que me rodea.
Hoy, esto va por ti, porque desde el día en que me diste la oportunidad de conocerte, siento que sin ti ya nada sería lo mismo, desde ese día me has hecho sentir como nadie...Y porque desde ese dia sólo puedo darte las gracias.
Y no hagas preguntas, sabes que no me sé expresar más que por escrito...Sólo creo que te lo mereces. Que te mereces esto y más. Pero no te mereces todo lo que has pasado por mi culpa, y eso jamás me lo sacaré de la cabeza. Por eso ahora, quiero terminar diciendote, no... Pidiéndote que seas feliz, que sonrias siempre, que ojalá te duela la cara de sonreir, que cuando seas viejita y nos veamos vea unas profundas arrugas de felicidad.
Y todo esto...porque te quiero.

1 comentario:

  1. Deshojando los sentimientos, sin duda alguna muy necesario para continuar el camino. Me gustó.

    Un saludo

    ResponderEliminar