sábado, 2 de abril de 2011

Un trabajito que hice antes de navidad...

No tenemos dinero. Y en unas fechas tan consumistas como las que se acercan, no nos queda otro remedio que pasear de escaparate en escaparate a la espera del día 22, de que los niños de siempre canten nuestro número. No tenemos dinero. Pero las tiendas no se vacían. Nos llenan de espíritu navideño los altos cargos del gobierno, gastando millones de euros en luces que cieguen nuestras ansias de cambiar de gobierno, de país, o de economía. Y es que, una vez más, aprovechan el contexto para hacer de nosotros simples marionetas que gesticulamos a través de la mano de otro. No tenemos dinero. Y eso arriba no lo saben; o sí, pero no quieren saberlo.

Y con arriba, esta vez, no me refiero a los mandamases de turno-que también-. Con arriba me refiero a las grandes estrellas americanas. Como a la heredera del gran imperio Hilton. Que después de ser cantante, actriz, diseñadora de ropa, zapatos y complementos, después de llevar a cabo sus numerosos caprichos, la Paris, no ha dudado en gastarse una fortuna en “pintar” dos motos para que corran en el mundial de motociclismo. Parece de chiste. Pero la heredera ha venido a Madrid a presentar ante los medios, su nueva creación.

Y de princesa de Hollywood, voy directa a una princesa “del pueblo”. Y es que después de un fatídico año, Belén Esteban se ha quedado destronada en las campanadas. Y volvemos al principio. No tenemos dinero. Y esto crea confusión, o al menos eso me gustaría pensar. Ya que en una reciente encuesta, España, o más bien los españoles, han demostrado no tener juicio, o tener demasiada desesperación. Porque, señores, ¿nos hemos vueltos majaretas? Hemos votado a Belén Esteban como tercera fuerza política. Una señorita que –con todos mis respetos- no sabe historia, geografía, matemáticas… Una señorita que no tiene más cultura que las cámaras, esa sería nuestra tercera fuerza política. Perdonen la expresión si suena incorrecta pero, manda narices. Y con esto no quería recordar los millones que se gastó la princesita en “retocarse” la cara, que eso, aun me escuece pensarlo.

Con todo esto, aún seguimos orgullosos de nuestro país. Y aún así, una de nuestras principales discusiones sigue siendo la educación. Irónicamente lo que falta en la televisión. ¿Han pensado cambiar la caja tonta- que ya ha olvidado su forma de caja- por un libro? Quizás sus hijos, mañana puedan enorgullecerse de tener más cultura que la rubia presidenta del gobierno. Porque si las cosas siguen así, no me dejan muchas más esperanzas… Yo por si acaso, con su permiso, voy haciendo las maletas. Y por cierto, que no se me olvide. Felices fiestas.

sábado, 19 de febrero de 2011

Inspira...Expira...

Y si digo que te quiero, es lo de menos...
Esa me la enseñaste tú, ¿te acuerdas?
Acabo de oir en una película: "No creéis en el amor a primera vista? Que puedas conocer a alguien, o cruzar una sala y con solo mirarle a los ojos sientas su alma, ¿creéis que pueda pasar?"
Tres segundos. Sólo tres segundos hacen falta para mirar en los ojos de una persona y saber que algo la une a ti. Que ese algo la unirá a ti para siempre. Recuerdo que por estas fechas, algo en mí empezaba a dar vueltas cada vez que te veía, cada vez que hablaba contigo. Recuerdo cuando me contaste tu gran secreto, recuerdo lo que sentí. Puede que nunca llegue a olvidarlo. Yo tenía curiosidad y no sé si fue el destino, pero algo hizo que llegaras a mi, que me ayudaras a deshacerme de ella. Cosas extrañas, ¿eh?
Estabamos tú y yo, intentando adivinar quien era Mario, y cuando lo descubrí algo me dio una vuelta. Un día como hoy empecé a hablar con "Mario" para que acercarle un poco más a ti. Y mientras, yo seguía con una sonrisa cada vez que hablaba contigo.
Sé que fallé, sé que cometí errores imperdonables, pero los errores son lo que somos, y ellos me fueron creando, ellos nos fueron demostrando a ti y a mi que había más de lo que parecía. Esos errores me llevaron a verte hoy, aquí a mi lado, a notar tu abrazo a quilómetros de distancia, a cerrar los ojos y volverme a sentir tan pequeña pero tan importante, como aquel día en tu casa.
La primera vez, me hizo falta un atlas entero para viajar, para descubrirme, pero hoy solo me hace falta cerrar los ojos y notar tus brazos, tu olor, tu voz para volar lejos de aquí...Para abandonar toda esta soledad que me rodea.
Hoy, esto va por ti, porque desde el día en que me diste la oportunidad de conocerte, siento que sin ti ya nada sería lo mismo, desde ese día me has hecho sentir como nadie...Y porque desde ese dia sólo puedo darte las gracias.
Y no hagas preguntas, sabes que no me sé expresar más que por escrito...Sólo creo que te lo mereces. Que te mereces esto y más. Pero no te mereces todo lo que has pasado por mi culpa, y eso jamás me lo sacaré de la cabeza. Por eso ahora, quiero terminar diciendote, no... Pidiéndote que seas feliz, que sonrias siempre, que ojalá te duela la cara de sonreir, que cuando seas viejita y nos veamos vea unas profundas arrugas de felicidad.
Y todo esto...porque te quiero.